Bucear o nadar con Dragones de Mar en Australia – Flinders Pier (Melbourne)

Cuando pensábamos en viajar a Australia, también pensábamos como siempre en bucear. Antes de empezar a planificar el viaje había 2 puntos no negociables: bucear en el Yongala y bucear con Dragones de Mar. De haber ido en la temporada de tiburón ballena, bucear en Ningaloo Reef también hubiese sido una línea roja. ¿Y por qué bucear con Dragones de Mar era inamovible? Por la sencilla razón de que sólo existen en Australia y nunca sabes cuando vas a volver a tener la oportunidad de cruzarte el mundo…

Se puede bucear o nadar haciendo esnórquel con Dragones de Mar en Australia en puntos como Melbourne, Sídney, Adelaida, Tasmania… En nuestro caso, Melbourne era el que mejor nos encajaba en el itinerario.

  • Si no buceáis pero queréis verlos igualmente, los clubs hacen salidas para nadar con Dragones de Mar haciendo esnórquel.

Bucear con Dragones de Mar en Flinders Pier

Duración: unas 3 horas

Precio: 123€ por persona con equipo (1 inmersión)

Titulación requerida: Open Water Diver

¿Con quién bucear o con Dragones de Mar en Melbourne?

Cuando estuvimos mirando encontramos 2 sitios que lo ofrecían: Scuba Doctor y Be Play. Los 2 ofrecían un precio similar, aunque Be Play un poco más barato. Además, Scuba Doctor no alquilaba aletas aunque tenía en su tienda. Te dicen que si hay de tu talla las puedes coger sin problemas pero puede que no haya. Aún así, nos pareció que Be Play era más un tour operador de multiactividades mientras que Scuba Doctor está dedicado 100% al buceo.

Ese punto fue el que nos hizo decidirnos por Scuba Doctor y no tuvimos ningún problema con las aletas… bueno, que eran aletas cerradas y no se podía usar escarpines y el agua muy caliente no estaba… Pero el equipo estaba muy, muy nuevo y cuidado, de hecho, en vez del típico jacket nos dieron un ala. Por cierto, no sabemos si fallamos un poco con el lastre o que no nos llegamos a manejar bien con el ala, pero la inmersión a ratos se hizo un poco incómoda por no controlar bien la flotabilidad.

Otra cosa que nos gustó mucho es que, como teníamos prisa para luego, pudimos ir en nuestro coche y, a la vuelta, Sam (nuestro guía) se encargaba de devolver todo el equipo al club. Esto nos permitía irnos después de la inmersión directos a nuestro alojamiento de Melbourne a darnos una ducha e ir a visitar lo que nos quedaba.

Además, Sam era fotógrafo profesional y un apasionado del buceo. Fue nuestro guía para los 2 solos y tenía casi más ganas de ver Dragones y fotografiarlos que nosotros así que nos encontró un montón de ellos, ¡thank you Sam!

Os dejamos un par de fotos de las muchas que nos hizo Sam. Como veréis no hay mucha diferencia de calidad entre su cámara y la nuestra, su habilidad y la nuestra y sus retoques comparado con las originales nuestras, ¡todo un profesional! Aún así, nosotros estamos muy contentos con los resultados de nuestra cámara tanto dentro como fuera del agua. Sobre todo teniendo en cuenta lo pequeña y fácil de llevar que es. Si os interesa, la cámara es esta Canon Powershot s120, la carcasa es la oficial de Canon, la WP-DC51 y, como se puede ver en la foto, no llevamos flashes externos.

Sam fotografiando un dragón marinoAndrés fotografiando un dragón marino

Nuestra experiencia con los Dragones de Mar

La inmersión no tiene ningún misterio. Vas hasta el embarcadero, te vistes, y entras al agua y vas todo el rato debajo del embarcadero para que no te pase ningún barco por encima. Si a eso le añades que la profundidad máxima que tuvimos fue de 3,6 metros ya ves que lo puede hacer cualquiera incluso por libre. Bueno, cualquiera que no sea muy friolero porque el agua estaba a 15 graditos. Nos dieron un semi seco de 7mm así que ahí no había problema, el tema fue que no teníamos ni aletas cerradas, ni guantes. Bueno, eso y que nosotros con el agua a 28 grados y un 5mm pasamos frío…

Pero parece que pesaban más las ganas de ver Dragones porque hasta bien avanzada la inmersión no empezamos a tener frío y eso que estuvimos 1h y 8 minutos.

Pegado a la playa no hay mucho que ver, pero después de unos 20 metros si no recuerdo mal la explicación, es donde empieza la vida. Dragones vimos. ¡Y muchos! Incluso en grupos y con huevos. Además también vimos nudibranquios y ¡un pulpo maorí! Estos pueden llegar a medir 3 metros y la verdad que este si no los medía, se aproximaba, ¡menudo bicho cuando se estiraba!

Una vez terminada la inmersión, cambio de ropa y directos al hotel de Melbourne para una ducha rápida y a visitar el CBD de Melbourne.

Buena paliza de día. Levantarse a las 5 de la mañana para ver un montón de animales en Wilsons Promontory, unas 3 horas y media de coche, buceo y 6 horas de visita a Melbourne. Es lo malo que tiene tener los alojamientos reservados (ver el apartado siguiente para más detalles sobre el cambio de itinerario…) y cometer un error con la reserva del buceo, ¡esto con la furgoneta no nos hubiese pasado! De todas formas, repetiríamos esta paliza una y mil veces…

No hay mal que por bien no venga…

Como hemos contado en la introducción, bucear con Dragones de Mar era algo que queríamos hacer sí o también. Por eso, una vez que ya teníamos más o menos el itinerario, empezamos nuestro típico bombardeo de correos a todos los sitios que ofrecían la inmersión. Lo malo de no hacerlo con el itinerario totalmente cerrado es que reservamos un día, hicimos unos cambios del itinerario, y no revisamos la reserva ¿Y eso qué quiere decir? Pues que lo habíamos planeado inicialmente para un día después del que finalmente pensamos hacerlo. Lo peor es que nos dimos cuenta el día anterior al día que queríamos hacerlo revisando a qué hora teníamos que estar. Aunque lo intentamos, fue imposible contactar con ellos para intentar cambiarlo.

Teníamos alojamiento en Mornigton Peninsula (donde os recomendamos quedaros si queréis bucear o hacer esnórquel con Dragones de Mar) después de nuestra primera etapa de visita de Melbourne. Así, a la mañana siguiente, estaríamos al lado del club de buceo para bucear y, al acabar, ir a Wilsons Promontory donde estaríamos una tarde y una mañana.

Pues cambio de planes, visitaríamos Wilsons Promontory al día siguiente de nuestra primera etapa de Melbourne y nos pegaríamos un mega madrugón desde allí para volver a Mornington Peninsula a bucear (unas 3h30 de conducción). Pero eso tenía otro problema, el amanecer era un buen momento para ver animales en Wilsons Promontory así que si los veíamos, sólo tendríamos tiempo de hacer una inmersión para bucear con Dragones de Mar en vez de las 2 inicialmente previstas.

Hablamos con el club de buceo y nos dijeron, como siempre, que no nos podían garantizar verlos en una sola inmersión porque es la naturaleza pero que era muy, muy probable. Así que nos la jugamos a una sola inmersión y si fallaba ya veríamos qué sacrificábamos por volver a intentarlo. Por suerte, ¡no falló! Pero no sólo eso, si no que además, el día que queríamos hacerlo estaba nublado y el día que lo hicimos no había ni una nube.