Bucear en el SS Yongala

Mires la lista de mejores inmersiones que mires, es muy probable que encuentres el SS Yongala entre ellas. Así que nosotros tuvimos claro desde el principio que este punto era imprescindible en nuestro viaje. Otro obligatorio era Ningaloo Reef pero la temporada no era la propicia.

Esta fue nuestra única inmersión en la Gran Barrera de Coral. Y eso que tampoco es un jardín de coral como tal. ¿Y por qué no hicimos más inmersiones en la Gran Barrera? Como no queremos alargar esta introducción, podéis pasar por nuestra entrada sobre buceo en Australia para ver nuestros motivos.

Bucear en el SS Yongala

Duración de la visita: unas 9 horas

Precio: 169€ por persona con equipo y comida (2 inmersiones)

Titulación requerida: Open Water Diver pero te obligan a hacer un cursillo de pago de aguas profundas

¿Qué ver en el SS Yongala?

El SS Yongala fue un barco de vapor de pasajeros que se hundió en 1911 y aún hoy, el pecio tiene su casco de 109 metros en muy buen estado de conservación. Pero esto no te hace ser una de las mejores inmersiones del mundo, lo que te hace serlo es la cantidad de fauna y flora que allí habita. Al no haber ningún arrecife en kilómetros, suele haber bastante corriente. Pero esto también tiene sus ventajas para esa flora y fauna. Todo el casco está recubierto de coral y lleno de vida. Desde lo más pequeño a lo más grande. Y no sólo que se puedan ver animales grandes como tiburones ballena de vez en cuando, el tema es que verás casi seguro la versión vitaminada de peces que has visto en otros sitios con tamaños más pequeños.

Peces ángel, barracudas, carángidos, peces murciélago, meros, peces mariposa y un largo etc… Además, no es raro ver tiburones guitarra, mantas raya, rayas mármol o incluso a veces bull shark. Si ahora añadimos en la coctelera tortugas y serpientes marinas inofensivas, ya casi entendemos su fama. ¿Y por qué casi? Porque hay que añadir que de junio a septiembre por aquí pasa la migración de ballenas jorobadas y minke.

¿Desde dónde y con quién bucear en el Yongala?

Para bucear en el Yongala tienes 2 opciones. O bien vas desde Townsville/Magnetic Island o bien desde Alva. Desde Alva sólo tienes 50 minutos de navegación en cada sentido. Desde Townsville/Magnetic Island el tiempo de navegación es de 3 horas de ida y otras 3 de vuelta. No fue nuestro caso pero por lo que leímos, el mar suele estar movidito. Así que nosotros elegimos salir desde Alva con Yongala Dive que son los únicos que lo hacen desde allí.

La experiencia con ellos fue muy buena. El equipo estaba bien, fuimos en 2 barcos cómodos y el personal estaba muy atento. En el precio te incluyen la comida en el barco pero es que además, al volver, te preparan una barbacoa. El tiempo de la barbacoa no está incluido en el tiempo que indicamos arriba. Además tienen duchas calientes incluidas para clientes.

También incluyen guía que como ya señalamos en la entrada de buceo en Wolf Rock, en Australia puede suponer un plus. Eso sí, el guía iba con la gente con menos experiencia y podías decidir si ir con ellos o ir por libre.

Nuestra experiencia buceando en el Yongala

El mar estaba casi como un plato así que el camino de ida y vuelta fue muy tranquilo. Pero eso no quiere decir que no haya corriente, de hecho la había, y mucha. Las 2 inmersiones las hicimos a 25 grados y con una profundidad máxima de 26 minutos. Duraron 44 y 40 minutos sin nitrox. La inmersión no tiene mucho misterio, bajar por un cabo debido a la corriente que hay, y una vez abajo, recorrer el Yongala de un lado a otro. La primera la hicimos con guía y la segunda por libre visto que no tenía ninguna dificultad.

Una vez que llegamos al pecio, la corriente se frenó bastante y pudimos bucear sin problemas. Hasta entonces, pegaba que daba gusto. Además, no vimos nada en ese tiempo de cabo. No hay más que ver las fotos para saber que la visibilidad no era excelente. Pero nada de eso importó porque es el Yongala y con que veas hasta la punta de tu nariz ya vas a ver muchísima vida. En cuanto llegas al pecio empiezas a alucinar, ¡menudo acuario! No hacen falta 100 metros de visibilidad para disfrutar de esta inmersión… A nosotros nos encantó, la verdad que no sabías a donde mirar de todo lo que había por ver. De lo descrito arriba, menos mantas, tiburones y ballenas, vimos el resto y mucho más. Lo que más nos gustó fueron las rayas mármol gigantes que aparecieron y las serpientes marinas verdes, que había bastantes.

Como anécdota, en la salida a alguien se le soltó una aleta ya agarrado al cabo en superficie. Fue a cogerla y se soltó del cabo. Pues de la corriente que había, por más que aleteaba no hubo manera de volver hasta que se dejó ir. Uno de los monitores se tiró con una cuerda para rescatarlo pero la cuerda era demasiado corta así que acabaron los 2 abrazaditos y hubo que desamarrar el barco para ir a por ellos.

A la vuelta al club, duchita caliente mientras nos preparaban una barbacoa, ¡así da gusto! Y una vez terminado, ¡rumbo a Townsville!

¿Dónde dormir gratis en Alva?

Pues la verdad es que no tenemos clara la respuesta a esta pregunta. Nosotros llegamos bastante tarde a Alva después de nuestro accidente con la furgoneta y de parar en Etty Bay a intentar ver casuarios (por suerte con éxito). Teníamos apuntado un punto donde dormir gratis. Al llegar vimos un cartel un tanto contradictorio así que fuimos a dar una vuelta a ver si encontrábamos a alguien. Pero si a que ya era bastante tarde para el horario australiano, le añadimos que Alva es como una urbanización pequeña, la misión era casi imposible.

¡Pero mira qué suerte! ¡Un policía! Bueno… o eso parecía de lejos porque al acercarnos vimos que era una chaval disfrazado de fiesta con sus amigos. Todos bastante perjudicados por cierto. Nos invitaron a unirnos a la fiesta pero queríamos estar frescos para bucear en el Yongala así que declinamos. Y la respuesta a nuestra pregunta fue que en Alva podíamos dormir donde quisiéramos sin problema… No nos convenció mucho así que al final acabamos durmiendo en la carretera principal al lado del club de buceo, escondidos entre sus 2 furgonetas por si acaso. Era ya demasiado tarde como para volver atrás a algún sitio claramente permitido. Por suerte, no tuvimos ningún problema.